Hace poco, en un anterior post de este blog, os contábamos qué había que evitar a la hora de ponernos delante de un espejo para usar el pañuelo oncológico. Y os recomendamos releerlo cada vez que mostréis inseguridad a la hora de lucir los pañuelos. Acabábamos diciendo que las tres cosas más importantes a la hora de enfrentarse al espejo para arreglarse eran actitud, actitud y actitud. Pues bien, una vez que tenemos eso claro, y tenemos la mejor actitud y predisposición para ponernos guapas con nuestro pañuelo oncológico, os vamos a dar a algunos pequeños trucos que pueden ayudar a conseguirlo. Por ejemplo, no olvides que además de anudarlos pañuelos, puedes recogerlos con gomas y coleteros, con lo que el pañuelo queda seguro, pero te permite darles "otro aire", recogiéndolos a modo de coleta, o haciendo un semirecogido para crear volumen en un lado, como aparece en la foto.
Además, puedes usar broches u horquillas encima de los pañuelos, que les darán otro aire, o incluso anillos, como te mostramos en el vídeo de los pañuelos turbante.
Usar distintos pañuelos a la vez, o gorros oncológicos tubulares combinados o con pañuelos te puede ayudar a variar.
Gorros, gorras y boinas encima de los pañuelos te darán un aspecto muy chic.
Si no sueles usar pendientes largos o aros, quizás sea el momento de probar: resultan muy favorecedores.
Y los collares, no son para llevar sólo en el cuello: si enrollas uno, por ejemplo en las tiras de los turbantes, le darán un aire completamente distinto.
Al final, como ves, se trata de actitud, un poco de tiempo, echar mano del fondo de armario y de joyero, y probar. Ten siempre presente que no es verdad que haga falta ser "mañosa", sólo hace falta echarle ganas y un ratito.
Y sobre todo, recuerda que hay un complemento que siempre tenemos a mano y que es el único que combina con todos los colores y con todos los estilos: la sonrisa.
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