Cuando empezamos a dar forma a aMimarte, una de las primeras cosas que hicimos, fue buscar un taller donde pudiesen dar forma y coser los pañuelos y turbantes que habíamos diseñado para quimioterapia. Queríamos que el proceso de fabricación fuera tan especial como, por distintas causas, había sido el proceso de diseño. Por eso, necesitábamos un taller que pudiera darnos lo que buscábamos. Nuestra idea de los pañuelos, era que sirvieran a mujeres luchadoras a cuidarse durante los duros momentos de la quimioterapia. Y qué mejor que ofrecer a luchadoras pañuelos cosidos por otras luchadoras.
Por eso, nuestros pañuelos están cosidos en los talleres de APRAMP.
APRAMP es una asociación para la prevención, reinserción y atención de la mujer prostituida. A través de sus proyectos, que van desde la atención de emergencia en pisos de acogida, a la formación en diversos ámbitos, la asociación persigue conseguir la recuperación de la autoestima personal y el acceso al mercado de trabajo de las mujeres víctimas de trata.
Su taller de costura es uno de esos proyectos; allí trabajan para dar una alternativa social y laboral a las mujeres que forman parte de este programa de integración. Desde el principio, junto a la persona responsable del taller, encontramos el interés, la calidez y el buen hacer que buscábamos.
Por eso, sabemos que los pañuelos de aMimarte están hechos con coraje e ilusión y por supuesto con mucho mimo. Cosidos por mujeres valientes para mujeres valientes.
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